
Nuestros cuerpos se reflejan en la luna, mientras tus manos me acarician, tus suspiros desatan mis deseos y tu aliento es la suave brisa que roza cada molécula de mi piel y me embriaga de placer; aire que respiras, me rodea y se transforma en susurros como bellas melodías. Tu aliento pronuncia las palabras que se internan en mis oídos y me dejo llevar.